Entró en vigor la nueva legislación sobre derecho penal sexual.

¿Qué significa para las víctimas de violencia sexual?

La nueva legislación penal sexual

Es una mejora considerable en la protección de la autodeterminación sexual, pues establece que el abuso sexual es ya un delito si ocurre contra la voluntad perceptible de una persona. La penalización ya no depende de que la persona afectada se haya resistido ni de las razones para que su resistencia no haya sido efectiva. De este modo se cumple con la disposición de la Convención de Estambul, según la cual se deberá sancionar todos los actos sexuales que ocurran sin consentimiento.

Prohibido manosear

Otra novedad es que esta nueva legislación tipifica el acoso sexual como delito. Esto significa que, de ahora en adelante, se penalizarán también abusos que se consideraban leves. En espacios públicos, es muy común que mujeres y muchachas pasen por la experiencia de que alguien las toque, las manosee o las hostigue sexualmente de forma masiva. Ahora cuentan con la posibilidad de presentar una denuncia, ya sea de inmediato o más tarde. La policía tiene la obligación de recibir las denuncias y de perseguir los hechos.

Mujeres con discapacidad

Esta reforma elimina también la desigualdad penal de personas con discapacidad afectadas. Es más frecuente que se abuse sexualmente de mujeres con discapacidad que de mujeres sin discapacidad. Muchas veces, los autores de estas agresiones son personas de su entorno que se sienten seguros, ya que, probablemente, las víctimas tienen menores posibilidades de resistirse o porque, a veces, no pueden expresarse. Las penas que se venía imponiendo por abuso sexual contra personas ‘sin capacidad de oponer resistencia’ era menos severas, pero ahora se establece que se podrá sancionar estos abusos con mayor severidad. Contamos con que, de aquí en adelante, las persecución de estos delitos será más consecuente y que se tomará en serio a las mujeres con discapacidad.

Defensa

No hay víctima de violencia sexual que sea responsable de los hechos. El autor del delito ya no podrá escudarse tras el argumento de que como la víctima no opuso resistencia, él no pudo reconocer que estaba negando su consentimiento. Si se presenta una denuncia, la policía o la fiscalía tienen la obligación de perseguir estos casos y, en su defecto, de promover la acusación.
Esto significa que, gracias a esta nueva legislación, ahora hay muchas más probabilidades de que se persiga una denuncia. Ya no se podrán interrumpir las averiguaciones de abusos sexuales que merecen castigo solo porque hay una laguna en la legislación penal sexual.